miércoles, 28 de octubre de 2009

Mi muerte y mi libertad

Talvez hoy muera, talvez hoy sea el final, seguramente al lado mío estará descansando el perro compañero, triste, ansioso, mudo, la única compañía en estos años de mi existencia, de mi propia vida. Seguramente en mi soledad me levante para acercarme lentamente al piano con el único propósito de dedicarme la última sonata a lo que fuí, hasta lo que al momento soy y por horas seré. Luego de terminar mi homenaje con esfuerzo terminaré de leer las pocas hojas del libro que espero finalizar, muchas cosas ya no me quedan por hacer, talvez me entregue al lamento, me enojare furioso de cólera, inclusive lloraré, y el miedo a la nada me hará creer en Dios, espero que no, porque quiero morir libre.

En calma fumaré mi último cigarrillo, eterno enemigo que nunca se atrevió a matarme, y mientras lo disfrute, estaré adorando la imagen de mi gran amor, aquel amor que supo darme todo, aquel amor de aquellos que te infla el pecho con solo nombrar la primera letra de su nombre. Esa libertad expulsada que supo tener, que manchó a mi propio espíritu, y como tal lo contagió. Y mientras este en plenitud algo le hablaré, porque en algún lado de este mundo sigue viva, (confieso que me hubiera gustado morir a su lado, que me vea partir). Si alguien en ese preciso momento me viera, estaría viendo a un hombre besando a una foto, su significado frente a la ausencia es de una despedida.

Ahora que pienso, y me pongo a reflexionar, no estoy preparado para afrontar este momento, pero somos para la muerte, me refugiare en el consuelo de que por lo menos mi conciencia fue libre. A ella no la programaron, no la realizaron, pero todo tiene un precio, y hoy se hace mas presente, la soledad, un trabajo difícil, triste, pero con tantas satisfacciones de haberme realizado como hombre o mejor dicho como ser. Entonces sonriente, talvez mi único momento de felicidad, porque ya no hay verdad para descubrir, porque todo se ha jugado, y todo se agoto por si mismo en este trayecto. Seguramente elegiré el lecho, previamente un último baño, con agua bien caliente, un último vaso de vino, escuchare mi canción favorita una vez más. Dejare lugar para el recuerdo de mis años activos, en donde no paraba de escupir textos. Algunas hojas revisaré con vergüenza. Sin embargo, no me puedo demorar mucho mas, aun así, quiero vivir, pero como toda vida, debo morir.

Preparado para el fin. Preparado para dejar de ser lo que soy, lo que fui. Preparado para ya no tener más futuro.

3 comentarios:

  1. que belleza de palabras, en gran parte siento que acabo de leer lo que saldría de mí, gracias por expresarlo de esta manera.
    Ese vacío provocado por esas ganas abrumadoras de querer encontrarle una respuesta a lo que consideremos necesario que hace que uno tenga ganas de seguir viviendo es lo que hoy me reflejo haberte leido
    abrazo nico , dale para adelante :D

    (faltaba que ponga tu fan numero 1 ajajajaja, bueno ya lo puse ;)

    ResponderEliminar
  2. sublime nico, re lindo, me encanto!

    ResponderEliminar
  3. Me observo escondido en palabras amables
    que nunca tocarán mis labios.
    No haré carne la ternura hermana
    extinta en el inhóspito erial de mi cuerpo, cuya cura no conoce mis pasos.
    Sólo un tendal de sinrazones
    que en el álgido cenit de El sueño etéreo
    sellaron mi rumbo mas no mi regreso.

    ResponderEliminar