lunes, 25 de enero de 2010

La libertad y la voluntad

Quiso morir en el intento de asumir la responsabilidad y pudo enfrentar en el aterrador futuro proyectándose como mujer, dándose su ser. Quiso salir del ardor de la indiferencia, del rechazo genético para refugiarse en el fruto del sexo puro y con sentimientos de esa manera olvidando los gritos de aquellos hombres de moral que aman hacer el sinsentido restringiendo las elecciones de uno mismo: En libertad no hay errores, en ella superamos las situaciones, y ella sin tener en cuenta esta teoría se realiza como persona de la misma manera, solo le importa el pragmatismo.
Sin embargo la confusión puede presentarse para ahogarse en si mismo en tanto angustia de llegar al punto de no saber realmente que hacer, debido a que la presión existe debido a que el deseo colisiona con el mundo exterior, aun así no hay tiempo ni lugar para el ser-para-otros, es menester que lo trascendente sea su propia vida, su propio sentido de lo que puede considerar mejor para ella lo que la subjetividad mas propia de su espíritu le diga que es relevante ya que de esta forma lo será y será trascendente y relevante si ella misma desde su soledad, desde su propia nada, sin limitaciones, ni ordenes ni esencias no pertenecientes a ella, se intencione hacia su futuro riesgoso, frágil, y obviamente desconocido. Por otro lado, paradójicamente, el no tener un destino marcado por las huellas pre-existentes de esos hombres y mujeres de moral le aseguraran su libertad y la libertad del nuevo sol que crece e ilumina en el rumbo optado.
Y ahí esta, dudosa, temeraria, dichosa, esperando en compañía pero sola, porque siempre estamos solos y es necesario que así lo sea para poder disfrutar la satisfacciones de nuestras decisiones frente a las posibilidades dentro de las situaciones que podemos llegar a estar, ella está en una compleja, simple y difícil, pero de momento, repito, la mas propia la que mas le pertenece ella, esto le tiene que servir como la fuerza para adueñarse de su voluntad, solo así en tanto libertad será capaz de dar al mundo un origen de una vida como hoy espera llegar al mundo.
Es tiempo del acto libre, del acto de la voluntad, de criar, de asegurar una iluminación nueva, de amar, de condenarse a ser servil a su espíritu y a su sangre hecha persona, a estar condenada a cuidar de los dos. Ya no hay espacio para perder la cabeza en algarabías proveniente de esas bocas locas, de esas mareas de objeciones altaneras opuestas a su sonrisa, de todo aquello que pueda hacer temblar a su seguridad armada de pasión, en fin de libertad. Las cosas buenas son para disfrutar, mas aun las nuevas vidas, solo queda comenzar lo que hace poco inicio. Va a ser feliz no porque hace lo que quiere, sino porque quiere lo que hace.

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