domingo, 25 de abril de 2010

Del Caos como condición necesaria para la libertad que somos

Un silencio perfecto dentro de toda esta dominación (fría novedosa tentación) Existe, aunque todavía sigo buscando a sabias tientas si ella ´´es`` o yo le di un lugar en mi ser o fácilmente ella hace que yo sea este ser. De lo que estoy seguro es que está en mí, que es mía y se proyecta al exterior. Reatrapa por detrás a mi condición de posibilidad de todas las cosas, de todo lo realizante y me alegra saberlo aunque me inquieta un tanto, es razonable soy mi responsabilidad y de mi depende aniquilarla o no.
Y el mundo se dirige a un futuro que nadie sabe cual es, aunque toman partido por ciertas decisiones-visiones o visiones-decisiones de una tragedia inminente; reflexiono: ¡que difícil es preocuparse por los otros!, y que quede bien en claro, los otros son aquellos que adivinan el mas terrible horror y devienen en hombres que exageran-aumentan la sensación de lo que ya en lo concreto ya es grave, cuyo dolor siento. Pero no de la forma que ellos describen que es y cómo será. Todo ello en tanto y en cuenta los otros que no forman parte de estos últimos son los aquellos o lo mismos a nosotros.
Hay veces que es necesario el caos, el universo se formó de esa manera, un caos no terrorífico, sino esclarecedor de todas las mentiras, de los errores, de la mala fe. Una destrucción iluminadora y no sangrante: cambiante. Si hay un lugar donde posee o se de la eternidad no es en un mas allá sino mas bien un mas acá, porque somos puro proyecto. Lo eterno es el cambio, la polisemia como unidad y no la verdad como un muro de la libertad del hombre. Nos condenaría a la inercia. Buscamos UNA verdad y de tanto buscar encontraremos sin que sea lo que se busca, una ilusión, la ilusoria sensación de que es eso la esencia del espíritu humano pero de hecho solamente caminamos a la autentica tragedia: regalaremos la libertad, por un propósito que admito es respetable y superior (no a la libertad), por una satisfacción de un ente irreal, que no descansa en la lógica ni en la facticidad. Talvez se deje de lado a Dios y sería un avance pero de un solo paso ya que estaríamos entrando en uno nuevo y quizás uno peor
No hay verdad universal, ni absoluta, es lo que Juan Bautista Alberdi intenta explicar (cree este escritor) en su Fragmento Preliminar al Estudio del Derecho cuando escribe:
´´…Pero esta razón de las leyes no es simple; no está al alcance de todo el mundo. Se halla formulada por la ciencia en un orden armónico al de las principales relaciones sociales, bajo cierto número de principios fundamentales, de verdades generales, que se llaman ordinariamente reglas o axiomas de derecho. Como los géneros de relaciones que estos axiomas presiden se modifican y alteran sin cesar bajo las impresiones del tiempo y del espacio, también los axiomas quieren ser modificados, quieren ser reconstruidos por un orden respectivo al nuevo sistema de relaciones ocurrentes. Bajo el continuo desarrollo social aparecen también géneros nuevos de relaciones, cuya dirección quiere ser sometida a nuevas reglas, a nuevos axiomas. Y como esta movilidad es indefinida y progresiva, la necesidad de organizar axiomas nuevos de derecho es de todos los tiempos…``1

¿Cuándo se mirara el hombre a si mismo y de si fluyera la libertad? ¿En que momento se la intentara? ¿Será que no se quiso o jamás se pensó en la realización de la humanidad? O a decir verdad ¿El verdadero humanismo es ir contra la humanidad? ¿Hay que crear un ser cuyo espíritu sea contra-humano que por esencia, por decirlo de alguna forma sea la libertad y la exigiera de los otros ella misma? El compromiso con la realidad humana nace ahí, en la exigencia de la libertad y de intentar no ser el culpable de que el prójimo pierda su libertad, en otras palabras, reclamar a la vez no limitar. NO pedir la enajenación por los vicios propios que nada tiene que ver con lo que somos.
Sin pensar en un progreso antitético, si se piensa en la libertad lo demás decanta solo, siempre y cuando exista su pleno ejercicio, ya que es su menester. Se pensara a si mismo públicamente se dará por dinámica ya que en su meollo, claro esta, reposa injustificablemente e inquieto el nuevo hombre libre. Este es mi futuro anhelado, lejos de la totalidad abyecta y subyugada, lejos de estar en un realismo que en el horizonte ve cuerpos muertos, lejos de esa mirada que sentencia el fin de la humanidad. No se puede preveer un fin, quizás una posibilidad. Sin embargo insisto en no preocuparse por ello porque veo que se piensa con obsesión lo no relativo a una totalidad sino más bien fuera de la realidad en tanto fin de la existencia del individuo. Si no se piensa y empieza por el hombre primero no es lógico pensar en un fin y carece de sentido desarrollar métodos de prevención. Evidentemente el hombre perdió su centralidad y en el seno del mundo esta el fin y hacia el caminamos (así se piensa hoy día). O si tenemos suerte solamente se miente y solo estamos en una maravilla. Maravilla que hay que destruir (probablemente la realidad se encargue de ello, ósea nosotros). Hacer nacer aquel caos iluminador.
Entonces puedo decir, estoy en condición de declarar que necesitamos del caos para que suceda lo hermoso``.


1 Fragmento Preliminar al Estudio del Derecho J.B.Alberdi (Ciudad Argentina, Buenos Aires, 1998)

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